Estamos de enhorabuena, porque sólo hay que ver a Josep para darse cuenta de la suerte que hemos tenido al fotografiar a un niño tan guapo y espabilado. Con sus escasas cinco semanas se portó más que bien y aguantó sin protestar, (sólo lo hizo cunado tuvo hambre), las horas de reportaje. Sus papás estaban encantados y nosotros también. Aquí está el resultado aunque ya al final decidió que el trabajo de modelo era agotador y se durmió. Esperamos que os guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario